La universidad de la Salsa...
Año de publicación 1.989
Desde su fundación, El Gran Combo de Puerto Rico cultiva un espacio importante en nuestro cancionero puertorriqueño y antillano, destacándose como una de las pocas instituciones musicales que asumen la representación social e histórica del desarrollo de nuestra modernidad melódica, transitando con vigorosidad por la interpretación de ritmos como bomba, guaracha, merengue, boogaloo, jala-jala, bolero, tango y, por supuesto, salsa.
La nueva
ruta que marcaba la salsa despertó cierta preocupación en el líder del
colectivo, Rafael Ithier, quien para enfrentar los nuevos desafíos que se
imponían en el mercado optó por aderezar el sonido de su agrupación con las
destrezas técnicas de jóvenes arreglistas como Ernesto Sánchez, Louis García, y
Tommy Villariny.
Entonces, pensó Ithier que la “sangre joven”
que despuntaba con brillo en las lides salseras podía aportar a redimensionar
el sonido de El Gran Combo sin alterar su fórmula original. Un primer
experimento en esta dirección produjo el disco “¡Ámame!” (1989), que caló en el
“nuevo” gusto salsero gracias a los temas “Ámame” y “Aguacero”. No obstante, el
mantenimiento de una nueva línea melódica, menos cadenciosa que la fórmula
original del grupo, colisionó con la producción “Latin-up” (1990), álbum que
pasó a la historia como el mayor desatino del colectivo.
Lado “A”
Ámame
Otra Vez Enamorado
Tu Mirada
Cenizas
Lado “B”
Aguacero
Te Seguiré
Brindis A La Vida
Todo Bien